20 noviembre, 2011

suspensión

Las velas flotan al borde de la ventana,
el viento las traspasa como si fueran paredes, muros invisibles
de fantasmas demasiado vivos;
hay un suspenso,
la inspiración de un capitán ante una decisión definitiva;
el océano abrasa; nadie respira:
es solo un segundo
y las velas ya no están suspendidas,
inflaman el cielo de fuegos multicolores
El sol derrama su virilidad sobre el mundo que acaba,
alguna marioneta suspira,
solo queda un poco de vergüenza;
el caleidoscopio fiel se renueva.

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